Actualizado el 06/07/2023
Buenas sugerencias de cómo prevenir la “mamitis”.
Toda madre sueña con que su hijo siempre la tenga en mente, que la recuerde y esté atento a ella. Claro, para muchas esa idea es clara cuando los hijos están fuera del hogar o ya viven solos pero muchas madres parecen haberle pedido el deseo a la estrella fugaz equivocada y terminan sufriendo en carne viva un cuadro de “mamitis aguda”.
En pocas palabras lo definiremos como la dependencia del pequeño a la madre y su exagerado deseo de pasar todo el tiempo junto a ella. Al principio sonreirás y le dirás a la gente que te quiere mucho pero al ver que no se desprende de tu falda ni para dejarte ir al baño empezarás a preocuparte. Hoy te daremos unos consejos para que tu pequeño logre la tan ansiada independencia.
Preguntas frecuentes
. ¿Es algo común?: Es parte de un proceso natural por el que pasan la mayoría de niños. Los inicios se den entre los 10 y 18 meses cuando, curiosamente, empiezan a ser más autónomos y a explorar todo.
En ese caso necesitan de la mano de mamá para sentirse seguros pero al cumplir los dos y hasta los 3 años los niños empiezan a interactuar con nuevas personas y al principio les creará una sensación de extrañeza e inconformidad por lo que exigirán la presencia de su madre para sentirse en confianza.
La seguridad de tu pequeño llegará pero es importante que entiendan que será de forma gradual.
. ¿Cuál es la causa?: Las razones pueden ser muchas pero las más comunes son la llegada de un nuevo hermanito, el ingreso al nido, el regreso de la madre al trabajo o una mudanza.
. Sin resentimientos: Muchas veces la parte más difícil la lleva nuestra pareja quien cree que la frase “no, quiero ir con mi mami”. significa “te odio”. Es importante aclarar que el niño no tiene consciencia de estar haciéndole un mal a su padre pero es trabajo de mamá decirle al pequeño que también debe pasar tiempo con papá. Realicen actividades donde participe toda la familia.
¿Cómo podemos ayudarlo?
• No desesperes: Naturalmente sentirás fastidio pero tienes que llenarte de paciencia pues si el niño nota aspereza o molestia de tu parte se sentirá más inseguro y podría incrementar su apego hacia ti que es exactamente lo que no quieres que suceda.
• Enséñale jugando: Empiecen por leer un cuento o tirarse en la alfombra para jugar con los bloques, luego levántate lentamente mientras está distraído y sigue hablándole. Empieza por unos centímetros y luego unos metros hasta que entienda que puede estar lejos de ti pero seguir en contacto. Usa siempre un tono de voz tranquilo y seguro, no grites.
• Aléjate gradualmente: No lo apartes bruscamente de tu lado ni lo avientes a los brazos de otra persona para que supere su temor. Antes de partir despídete de él y hazle saber que volverás pronto pero que a donde vas no te puede acompañar. Dile a tu pareja o a otro familiar cercano que lo lleve a pasear o a comprar un helado.
Puede que al inicio haga rabietas pero si la frecuencia de salidas aumenta se irá dando cuenta que puede interactuar sin ti a su costado.
• No lo fuerces: Dale su espacio y tiempo para asimilar el desapego.
No siempre es mamá quién toma su atención, la “papitis”. también existe y aunque no es muy común se puede controlar de la misma forma. Dale a tu hijo las herramientas necesarias para que tenga seguridad en sí mismo y logre su independencia. Recuerda siempre enseñarle con amor.
Imagenes cortesia de «Boians Cho Joo Young»/ FreeDigitalPhotos.net
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